Viajero inmóvil, cubres la distancia
sin apenas moverte de tu asiento.
Te sacudes el polvo polvoriento:
de noche en Nueva York, de día en Francia.
Tu cuerpo sabe que viajaste mucho
—lo saben tus rodillas y tus hombros—,
tus huesos: catedral de mil escombros.
(Estás más estrujado que un cartucho).
Más fresco que tú, llega tu equipaje.
Ya de un momento a otro te espabilas
y sales a explorar la tarde ajena.
Ajustas la hora, cambias el voltaje.
No conoces la lengua, no vacilas.
No viniste a bailar la macarena.
sin apenas moverte de tu asiento.
Te sacudes el polvo polvoriento:
de noche en Nueva York, de día en Francia.
Tu cuerpo sabe que viajaste mucho
—lo saben tus rodillas y tus hombros—,
tus huesos: catedral de mil escombros.
(Estás más estrujado que un cartucho).
Más fresco que tú, llega tu equipaje.
Ya de un momento a otro te espabilas
y sales a explorar la tarde ajena.
Ajustas la hora, cambias el voltaje.
No conoces la lengua, no vacilas.
No viniste a bailar la macarena.
3 comentarios:
Ale: A punto de terminar tu cumple, nos acordamos, algo nos molestaba, un pendiente, el zumbido de un mosquito habanero, era la ausencia de un FELICIDADES a un amigo querido, imprescindible y entranable. Simplemente, te queremos mucho y a punto de dormir te deseamos un sueno tranquilo y feliz como los dias que acompanan tus anos.
Los Oxando
Que te diviertas mucho, chico. ¡A veces viene bien cambiar de husos horarios por unos días!
¿Qué vas a bailar, entonces, el french-cancan?...
Saludos
F.C.
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