Anónima la piedra que se lanza
aprovechando la furtiva sombra;
anónimo el puñal que nadie nombra
ni descubre al azar su gris semblanza.
Anónimo, bien sabes esperarme
y medir cada paso de mi hastío;
silueta a contraluz, sitial vacío
que ya casi empieza a fustigarme.
Anónimo, seudónimo, mil ecos
dieron vida a las máscaras que eres;
nos cobras viejas deudas cuando hieres
tus propias ilusiones, cauces secos.
Anónimo, en tu nómina me incluyo:
anónimo también fue el padre tuyo.
Manuel Sosa
jueves, mayo 22, 2008
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8 comentarios:
Querido Sosa:
El sombrero me quito en tu presencia...
(Ya lo ves, el endecasílabo me persigue).
Alexis Romay
Calentando el brazo, maestro, gracias a ti, el sombrero para ti.
Esto es una blogsera discriminación!...
Como me he reido. Gracias.
te escribí un sonetillo hace tiempo, no sé si lo recibiste, hoy he dado con tu blog:
Vive en New Jersey, dicen, con sus perros,
sus libros, su mujer y sus desvelos.
Riega a ratos la flor de los destierros
“otro cielo tan azul como mi cielo”
Hermano, cuánto tiempo sin tus letras,
cuántos años sin verte, cuántas cosas.
Parece que en nosotros no penetra
el olvido, esa puta avariciosa.
La vida sigue haciéndose la dura
De mi no tengo mucho que contarte:
tan flaco como siempre, mente impura
y cada día menos amor al arte
Por suerte cuando agoto mi paciencia
tengo a mano salidas de emergencia.
much better
Ernesto: de acuerdo.
el anonimo tiene también su lado bueno, porq es como un difraz que no siempre es para ocultar sino para formar parte del grande teatro de vida.
En pocas
palabras es como el q se debe tomar una cerveza para bailar QUIZÁS con el tiempo aprende a bailar sin cerveza,,,saludos
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