sábado, mayo 24, 2008
Dibujo a mano alzada de 1994
Si algo abundaba era la escasez, aunque la represión le seguía muy de cerca los pasos. El hambre sedujo a cientos (o miles) al suicidio, la locura o a esa combinación de ambos que invita a gente de mucho coraje y mayor desesperación a subir a la balsa de la Medusa. Se pusieron de moda la polineuritis y la ceguera, producto de la omnipresente falta de vitaminas en nuestras pobres dietas; adquirieron otro estatus en el que no sólo se toleraban (sino que se aceptaban como un subproducto de la debacle revolucionaria) la prostitución, el trapicheo, el desfalco... Por aquellos días comí mi primer coquito de col, que era, como su nombre sugiere, un turrón de coco, hecho exclusivamente con col. En las calles se rumoreaba que a los recién nacidos ya no había que pegarles la nalgada de rigor. Se les decía: «Naciste en Cuba». Las inocentes criaturas escuchaban la sentencia. Digerían la condena. Y rompían en llanto.
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12 comentarios:
De lo que me salve, me fui en el 71.
No te imaginas lo que te perdiste...
Tu crees? vacile mucho por aqui y comi sin engordar ni un gramo.
Amén.
Asi sea y aqui paz y en el cielo gloria, como decia Regino Tellechea.
"Polineuritis"... Hace días buscaba ese nombre y no lo encontraba. Me fui con "neuritis óptica", creo. ¿O son distintas?
jorge ferrer
Duro, caro Bustro.
Yo desayunaba por aquella época agua con azúcar prieta... y sufría cuando se acababa el azúcar. Y quizá suene feo decirlo, pero no me da pena: de almohadillas sanitarias usaba unos trapitos que cortaba de una sábana usada. Algunos tenía que lavarlos para usarlos de nuevo. Esa fue la gota que llenó mi copa...
Quizas no recuerdes como se compraba en bolsa negra.
Yo: Oye mi amiga tienes de los blanquillos redondos
Ella: Si claro pero a 60, si quieres te los guardo.
Yo: Tu sabes que mi madre no puede vivir sin la " Roja", dime que si,
Ella: Pues claro que ese tambien es mi colar, dale ven y te voy a maquillar.
El lenguaje del misterio y del miedo se adueno de todos. Menos mal que ahora no tengo que preocuparme porque el refrigerador este lleno de Carne de Res ya que nadie me va a llevar presa.
Te acuerdas de la Historia,.?
y aquellos interminables apagones, con aquel calor del verano, que tenías que subir a la azotea, o dormir en el patio. y por donde vivía, la gente comenzó a tirar botellas para las casas, aprovechando esa oscuridad. fueron años duros. siempre que me hablan de ellos, me recuerdan muchas cosas, a veces difíciles, que uno debió hacer para buscarse la vida.
Hola, Jorge:
Bienvenido por acá. Creo que la neuritis óptica era una variante “local” de la polineuritis, dolencia que no discriminaba a la hora de atacar al resto del organismo. Por aquellos días, tuve un amigo que pasó dos meses en cama, con una debilidad que no le dejaba moverse. El tipo medía su buen par de metros y andaría pesando quizá 150 libras. Tenía la cara desencajada...
Para una respuesta más precisa a tu pregunta, le paso la pelota a César Reynel Aguilera, que es excelente médico y gran escritor.
Saludos y regresa por acá. Las puertas están abiertas.
Eufrates: gracias, socio. Si no andas muy ocupado hoy, dame un timbrazo. Tenemos un montón de cosas en el tintero.
Aguaya: Si suena feo o no lo de las toallas sanitarias depende del gusto de cada cual, pero lo que sí te garantizo es que no debes sentir ninguna vergüenza de haber sobrevivido a pesar del régimen. Vergüenza le debería dar a la dictadura. Pero eso sería pedirle aguacates al naranjo.
Anónimo: Sí, recuerdo lo que cuentas y sobre eso escribiré en estos días. Gracias, como siempre, por la estimada visita.
Miquis: Aquellos apagones eran inolvidables. Mi barrio era un pueblo fantasma (camino de cualquier parte) cuando daban las 8 de la noche. Y en ocasiones llovieron las botellas contra los establecimientos del estado.
Por cierto, tuve la suerte de vivir en Belascoaín y Neptuno y, gracias a que mi edificio estaba conectado al circuito eléctrico del Hospital Almejeiras, en contadas ocasiones nos quedamos sin electricidad. Recuerdo que esto lo mantuvimos en secreto, para no despertar la cólera de los vecinos, a quienes sí se les iba la luz. Aún así, recuerdo noches de dormir en la azotea. Que el perro del hortelano es una especie tropical.
Jorge:
Transcribo un correo que me acaba de enviar César Reynel Aguilera:
“Neuritis significa inflamación de un nervio (itis en medicina significa inflamación), ya sea de causa externa (virus, bacteria, protozoo, traumatismo, quemadura, etc.), o de causa interna (autoinmune).
Polineuritis es inflamación de varios nervios al mismo tiempo. Por ejemplo, la culebrilla, es una neuritis o una mononeuritis causada por un virus (herpes zoster si la memoria me sirve bien) y que afecta al nervio intercostal. El síndrome de Guillain Barre creo que es una polineuritis de causa autoinmune.
Ahora bien, lo que sucedió en Cuba, hasta donde yo sé es una neuropatía (única o múltiple) por deficit crónico de vitaminas del complejo de B.
El problema es que la neuritis es una inflamación que afecta casi siempre a la vaina de mielina que cubre los nervios (algo así como un aislante), mientras que la polineuropatía por deficit de vitaminas interfiere con la síntesis de la mielina. De ahí, entre otras razones, que las dos se manifiestan como problemas en la conducción del impulso nervioso”.
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