(a Miguel Correa Mujica)
Al norte del infierno naufragamos,
entre un idioma extraño y gente extraña,
enredados en una telaraña
de nostalgia, dolores y reclamos:
reclamos de un pasado que regresa
(esa factura nunca antes pagada),
y en esta telaraña ilusionada,
reinventamos la patria y su certeza,
recordamos las tardes en Atillo,
las tiñosas, las mujeres decentes,
los telegramas que anunciaban guerra,
aquel bodrio en lugar de picadillo,
los discursos, las jaulas, los tenientes…
¡y más nos aferramos a esta tierra!
viernes, abril 18, 2008
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