Una lectora a quien conozco personalmente y que prefiere el anonimato —hago hincapié en este detalle para que no parezca que estoy corriendo la bola de un fantasma— me ha dejado un comentario respecto a una pareja de canadienses que fue la semana pasada a vacacionar a Cuba y se las vio negras. Transcribo su mensaje y pregunto: ¿alguien tiene más noticias al respecto?
Por Cuba sufro todos los días, lloro el dolor de la gente de donde crecí, vivo desmintiendo el romanticismo en el que viven los cubanos, pero nada cambia y esa es la mayor tristeza. No veo como mejorará. Y lo peor es que vivo en un lugar donde tengo que ver en la televisión comerciales promocionando turismo a Cuba como si fuera lo más lindo. Pero lentamente los canadienses ingenuos ven la realidad. Hace una semana pasó que una pareja se creyó el comercial y se fue a Cuba de vacaciones, la muchacha estaba embarazada, se fue a parto prematuro pero, como todos conocemos el estado de los hospitales, el bebé no sobrevivió. Lo peor es que el gobierno no les quiere devolver el bebé para que lo regresen a Canadá y se han tenido que regresar a Cuba a que se lo devuelvan. Supongo que cederán ya que no pueden dañar la fuente número uno de turismo: Canadá.
Lila
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4 comentarios:
¡Ay, pobrecitos! ¿Y por qué no les querían devolver el cuerpo del bebé? Qué barbaridad...
Bueno, al menos aquí no tenemos que aguantar semejantes comerciales, not yet at least, qué estómago se necesitará para verlos.
Seria bueno saber donde la atendieron supongo en uno de los hospitales en dollares, entonces que dejaremos para los pobres ciudadanos que tienen que ir a los hospitales del "pueblo" y luego tener que leer en los periodicos los avances de la medicina de Cuba.
Por eso es tan importante cada vez que sea posible desenmascarar la farsa de un pais destruido por la avariacia y maldad de su dictador.
Chely desde Canada
Dios, qué pesadilla! Eso le ocurre a cada rato a los nacionales, pero no había oido que le ocurriera a un turista. Y nada menos que a los canadienses, que todos los que conocí cuando trabajaba como intérpete en Cuba eran bellísimas personas, y no iban (al menos yo no vi ninguno) a lo que van muchos de por aquí. Por cierto, me pasa lo mismo con los comerciales, que me salen hasta en la sopa. Y hay quienes me dicen incluso que quieren ver aquello antes que caigan los Castro, vamos, que somos una curiosidad de museo.
Santo Dios!, el país del Mal.
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