Reproduzco una carta abierta de Paquito D’Rivera a Danny Rivera, a propósito de un concierto que este último dará en Nueva York próximamente en solidaridad con los cinco espías cubanos que cumplen sentencia en Estados Unidos por delitos de espionaje.
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Sangre, sudor y lágrimas
“Yo soy un trabajador./ Y mi trabajo es cantar. / Cantando me gano el pan/ con más o menos sudor”. A mí siempre me gustó esa canción y (casi) cualquier cosa que cantaba Danny Rivera, quien probablemente jamás se enteró de que a los comunistas nunca les hizo mucha gracia esa letra, pues para ellos, el arte NO es considerado trabajo. Tanto así, que la única vez que hablé brevemente con el Che Guevara y le dije que era músico, enseguida me preguntó que además de la musiquita, en qué trabajaba. Para mí el Che fue también una inspiración, pues desde aquel día comencé a elucubrar la forma de huir de aquella isla a como diera lugar.
Hoy, siempre que escucho la voz de Danny, me viene a la mente aquella primera vez que nos encontramos en (lo que iba quedando de) La Habana de fines de los años 60. En aquella época, los cubanos teníamos muy poca oportunidad de relacionarnos con gente del exterior. La escena nacional estaba compuesta más o menos por el circo soviético, algún cantautor “protesta" del Paraguay, el ballet de Uzbekistán, y un par de grupitos de música andina con vicuña y todo. De modo que entre balalaikas siberianas y zampoñas de Machu Pichu, nuestro horizonte sonoro era más aburrido que un discurso de Mao Tse Tung. Por esa razón, el trabajo con los extraordinarios artistas portorriqueños que vinieron con Danny Rivera, Lucesita Benítez, Alberto Carrión y el director musical Pedrito Rivera Toledo, fue para nosotros como una especie de idilio político-religioso con matices nutricionales: ellos cantándole su amor a la Revolución del Comediante en Jefe, y nosotros rogándole a Changó que no se fueran los boricuas pa’ seguir comiendo bueno en los hoteles turísticos de la Isla, vedados para los nativos no autorizados. Cuando aquello, salir de Cuba era aun mas difícil que hoy, y la comida la teníamos siempre en el pico del aura, ya que lo que nos daban en casa por la exigua libreta de racionamiento, hubiera matado de hambre a un gorrión. ¿Es eso a lo que aspiran ustedes para Puerto Rico? No me hagas reír, Danny. Y si no sabes (o no quieres saber) lo que es la libreta de racionamiento, espera no más, cuando triunfe el comunismo en tu tierra, cómo demonios te vas a llenar esa pancita marxisto-burguesa que has echao’ últimamente, con tres huevos a la semana, 2 alcapurrias de picadillo de soya y un cuarto de libra de habichuelas al mes.
Aún me acuerdo cuando a principios de los ochenta, Brenda y yo te recibimos con júbilo en nuestro apartamento de la 43 y novena avenida en Manhattan. Hay hasta una foto muy linda de ese encuentro en mi libro Mi vida saxual. “Ay, Paquito, aquello no es lo que yo creía”, me dijiste con amargura en aquella ocasión. Yo preferí evadir el tema, pero nunca entendí porque no le dijiste eso mismo al periodista Agustín Tamargo, cuando en 1994 los exiliados cubanos, acordándose de tus pasados elogios al barbudo te sabotearon aquella presentación en Miami. En aquel momento hasta te defendí, pero ahora entiendo cuánta razón tenían los exiliados. “La cabra tira al monte”, decía mi abuela, y hoy de nuevo estás ligado a una causa cayuca y perdida de antemano: salir en defensa de 5 espías que trabajaban para la dictadura más antigua (y ridícula) del planeta. La misma dictadura que mantuvo secuestrados a mi hijo y su madre por casi una década y tú no dijiste ni pío.
Ya veo que en el concierto de solidaridad con “The Cuban 5” —que es como llaman a esta banda de facinerosos— has involucrado a Víctor Víctor, a Danny Glover y a dos hijos de Chucho Valdés. El dominicano y tu tocayo gringo ya sabemos de la pata que cojean (¡la zurda!), pero me costaba creer que los Valdés hubieran heredado la musicalidad del abuelo junto con los errores del padre, pero afortunadamente, según ellos mismos, ya han cancelado su participación en la bufonada del día 13 de Septiembre en Hostos Community College. Lo mismo con Dave Valentín, quien me extrañaba fuera a poner en peligro su vieja relación con tantos cubanos exiliados por ponerse del lado de delincuentes que no dan más que pérdidas.
La verdad es que desde que Guillermo Álvarez Guedes produjera tu primer disco, has estado siempre ligado a los cubanos, así que si de veras deseas unirte a la causa de los prisioneros políticos, por qué mejor no te solidarizas con los 75 periodistas independientes condenados en Cuba a larguísimas e injustificadas penas por “propaganda enemiga”, las golpizas a Marta Beatriz Roque por su militancia en la organización de Derechos Humanos, la desproporcionada condena del médico negro Oscar Elias Biscet, por el solo hecho de disentir públicamente, o el reciente encarcelamiento del rockero Gorki Águila, acusado de “peligrosidad pre-delictiva”, ¡qué clase de disparate! Solo por protestar, Danny. Lo mismo que has hecho tú, Víctor Víctor y demás “turistas de revoluciones ajenas” toda su vida: protestar. Pero desde una diminuta celda, oscura y apestosa, en lugar del mullido asiento de una limusina o desde el escenario del Carnegie Hall o Bellas Artes.
Yo entiendo que es duro renunciar a tus vacaciones gratis en Varadero y darle la espalda a la horda de marxistas de cafetín que han engrosado tu cuenta bancaria (no exactamente en pesos cubanos) durante tantos años, pero aunque sea te queda la opción de callarte la boca y no meterte en lo que no te importa. Calla, si lo que tienes que decir no es mejor que el silencio, decían los antiguos árabes. Calla y canta, Danny, que tu trabajo es cantar, y ganarte el pan, con más o menos sudor… pero al menos respeta el sudor, las lágrimas y la sangre de los que sufren bajo la bota de quienes inconsciente e inexplicablemente, tú aún insistes en defender desde lejos.
Paquito D’Rivera
Agosto 26-2008
jueves, agosto 28, 2008
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8 comentarios:
las cosas que uno se entera.
yo tambien estoy tratando de hacer"campaña"para que no les pasen por arriba a estos muchachos, a los porno.
yo estoy pidiendo que escriban al granma,pienso que para molestar nada mas pues sabemos que los chances son infimos,pero como ser humano no debo quedarme callado.
no me imaginaba que danny fuera un comunista de barriga llena.
por suerte de el solo me gusta dos canciones.
Excelente carta, una lástima que Danny no sepa que las palabras de Paquito son un madrigal a Cuba.
De todas formas, si nuestro admirado boricua insiste en su concierto, al menos que incluya entre sus homenajeados al resto de la Red Avispa, que también trabajaron por Castro durante muchos años, o a la tristemente célebre Ana Belén Montes. Ya va siendo hora de que el castrismo abandone su guapería machista y reconozca como héroes a los que hablaron. A fin de cuentas, Castro nunca ha resaltado por su bravura, los cubanos sabemos que es un guapito de piel inmaculada.
Excelente la carta de Paquito!!!
Aqui en NY, la izquierda resentida latinoamericana ha hecho mucho, pero mucho dano con cosas como ese concierto. Que lastima que no seamos mayoria los cubanos por aca!
Vendrán tiempos mejores EU y los verás loquitos por ser "socios"...
es lo mismo que en España, que como tuvieron un hp de derecha se volvieron "izquierda crónica", un mal incurable también...incurable dije?... a lo mejor venden por ay un paliativo, para mientras los científicos trabajan.
Bustro, se me olvidó firmar el anónimo de las 4:18.
César Reynel Aguilera
Gracias Paquito, siempre constante y fiel a tus (nos) ideas.
Saludos
F.C.
Que grande Paquito!
N
hola, te espero en mi blog, que desde ahora b es el tuyo:
www.unhombrefrentealespejo.blogspot.com
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