La cola se partió.
El mayorcito hizo un puchero, pero antes de que perturbara la paz con una perreta, tanto su padre como yo dijimos a la vez y con palabras similares que no tenía que preocuparse: la cola regeneraría. El chico se tranquilizó al momento, en tanto los adultos nos saludábamos y despedíamos en castellano. Nosotros íbamos; ellos venían.
Seguimos caminando rumbo al templo. Llevaba en mis manos la consabida botella de agua y una edición bilingüe de la obra poética de Borges: entre ruina y ruina intentaba memorizar su “Poesia dei doni”. Ya sólo me restaba dominar las últimas dos estrofas cuando descubrí con vago horror sagrado que yo era el lagarto: para ganar la vida, había sacrificado un pedazo de mí. La cola que perdió el animal —pasada por el filtro de la metáfora— era ese cúmulo de impresiones y lugares comunes y extraordinarios que el tiempo no borra: mis calles, mis amigos, la mar de tías que hace una década no veo y aún añoro, los ojos de mi abuela que no pude ver apagarse, el olor a mar, el parque donde metía unos goles concebidos en Brasil, la cadencia y el acento del español que se masculla en La Habana y la posibilidad misma de desenvolverme a diario en la lengua que aprendí en la cuna, los baches de mi ciudad natal, en los que no cabía mi incredulidad, pero sí tres cuartas partes de mi bicicleta…
Pasada la reacción inicial, sentí un alivio profundo: en mi caso, por fortuna, la cola ya ha regenerado. Sin más pesares, regresé al poema en italiano. La estrofa que escogí —de manera aleatoria— reza en el original: «Algo que ciertamente no se nombra/ con la palabra azar rige estas cosas».
Pasada la reacción inicial, sentí un alivio profundo: en mi caso, por fortuna, la cola ya ha regenerado. Sin más pesares, regresé al poema en italiano. La estrofa que escogí —de manera aleatoria— reza en el original: «Algo que ciertamente no se nombra/ con la palabra azar rige estas cosas».
7 comentarios:
Que sublime metáfora, y tan cierta... Vamos regenerando la cola, y al final es un alivio, pero hay una etapa en que duele y desorienta..
Excelente! Gracias.
CRA
Eso..., no sé exactamente por qué uno..., se mete el día haciendo "lo que no debe". Pues, bueno, he visto esta película, y puede que a alguien le ayude. Sólo sentí un ligero "tufito". Claro, otra vez llego de forma tardía; pero bien, nadie me la recomendó "entonces".
Un abrazo. Seguro que podemos con esto y con más, o no, pero igual, "no pasa nada".
Carta y Propuesta a Antuñez y a Todo Cubano Opositor de la Tiranía
Publicado hoy en:
http://ddeeee.blogspot.com/
ALexis, qué metáfora tan bella y qué historia. Primero, es cierto que encontrarse con alguien quee hable español donde uno no lo espera crea una comunidad impresionante. Segundo, al diablo las colas. Tu post me ha hecho pensar en muchas de esas cosas que he perdido también (la parte de la abuela sobre todo) pero peor hubiera sido quedarse atrapado con cola y todo...Sigue escribiendo y disfruta tu viaje...
Bueno, prefiero pensar que soy un lagarto a que me comparen con un gusano, la metáfora me va, me va...
Saludos
F.C.
Que linda historia,
Gracias, no sabes cuanto me toco.
Omara
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