Transcribo un soneto de Néstor Díaz de Villegas.
***
Susurrante ciudad, ciudad querida,
ahórrame tus muslos de concreto,
aparta de mi faz tu virgo escueto,
reposa en esta noche compartida.
No quiero que descubras el secreto
de este pobre infeliz de mala vida,
si es que a la mala muerte se le olvida
que he encontrado en tus muros parapeto.
Mira el molde de yeso de tu sombra
desmoronarse al grito del ocaso:
no le cierres la puerta al que te nombra,
tú le exiges un reino a cada paso,
él se ríe de lo que a ti te asombra.
Confesión que una puta hace a un payaso.
lunes, junio 02, 2008
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