Cabe la vida entera en un soneto
empezado con lánguido descuido,
y, apenas iniciado, ha transcurrido
la infancia, imagen del primer cuarteto.
Llega la juventud con el secreto
de la vida, que pasa inadvertido,
y que se va también, que ya se ha ido,
antes de entrar en el primer terceto.
Maduros, a mirar a ayer tornamos
añorantes y, ansiosos, a mañana,
y así el primer terceto malgastamos.
Y cuando en el terceto último entramos,
es para ver con experiencia vana
que se acaba el soneto... Y que nos vamos.
Manuel Machado
lunes, junio 09, 2008
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2 comentarios:
Por favor si puedes inspirarte y hacer un cuarto, quinto y sexto, me encanta ese poema, pero no pienso irme en el tercero, quiero durar un poco mas, ahora en serio, hace mucho tiempo no lo leia (ese
soneto. Saludos
F.C.
El soneto es precioso. Me lo recordó la semana pasada una buena amiga. Me alegró la relectura. Por tanto, decidí compartirlo con mis asiduos lectores... entre los que tengo el gusto de contarte.
Ahora a ver si me inspiro...
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