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martes, junio 17, 2008

De monstruos y piruetas

En Al norte del infierno, Miguel Correa Mujica logra definir en pocas palabras todo un modo de vida: «Nosotros sólo hablamos en murumacas, porque siempre dejan un margen de equivocación».

Recuerdo que así hablábamos en casa, siempre alertas al más mínimo descuido. Toda precaución era necesaria: nuestro apartamento tenía un patio interior abierto que hacía que las voces ―que eran eso, aire caliente― subieran, con el resto de los vapores, a los vecinos de los altos, gente buena y amable entre quienes se contaba un oficial del Ministerio del Interior.

Quizá por eso no me era difícil hablar en código y tenía cierta habilidad a la hora de encontrar alternativas para referirme a la cosa cubana. Los vericuetos que me inventaba iban desde las más oscuras e inextricables referencias literarias hasta el guiño pop que una tarde feliz me hizo renombrar al más despiadado de los Castro con el imperecedero “Godzilla”.

Había su lógica en esto. Al denominar al tiranosaurio cubano de tal manera, me la servía en bandeja de plata para colgarle a su hermanito menor el apodo ideal: “Godzuki”. Godzuki ―en el animado japonés que nos llevó estos monstruos a la isla― correspondía a una versión caricaturesca y asustadiza del dinosaurio mayor.

Sin embargo, por estas fechas en que detenta el poder en Cuba, destaco un error de cálculo en mis bautizos: Godzuki no resultó ser ni alivio, ni cómico, ni los dos elementos combinados.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Todos pasamos por esos vericuetos, algunos poco tiempo, otros mucho mas.
Fuera del tema, tus " Requisitos para abrir un blog " fueron premonitorios...
Saludos
F.C.

Alexis Romay dijo...

F.C.:
No he tenido aún tiempo de responder a los comentarios que has dejado por acá en los últimos días. En realidad, últimamente no he tenido tiempo para un millón de cosas... En fin, sólo quería decirte que disfruto mucho tu visita diaria a mi esquina (que ya es tuya) y que tus comentarios (sobre todo ahora que cunde el desánimo en la blogosfera cubana) son el mejor de los alicientes.
Saludos,
B.

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón. El poblema es que a veces esa necesidad de hablar en código se la trae una en las maletas de la mente y todavía anda a vueltas con ella aquí, donde ya podemos (se supone) aludir a los monstruos por sus nombres de pila. Digo, ésta es una experiencia personal, no sé si otros la hayan tenido igual.

Anónimo dijo...

BUSTRO, GRACIAS POR EL APOYO DE SIEMPRE PERO QUEREMOS COMUNICARTE QUE A PARTIR DE ESTE MIERCOLES LOS MIQUIS DEJARON DE EXISTIR COMO BLOG. SI LA PAGINA SIGUE EN LA RED ES PORQUE “ALGUIEN” LE CAMBIO LA CONTRASEÑA A NUESTRO SITIO. NOSOTROS IBAMOS A CERRAR ANOCHE EL BLOG Y NO PUDIMOS. NUESTRA CONTRASEÑA ORIGINAL NOS REMITIA A UNA PAGINA DE BLOGGER QUE NO ERA LA NUESTRA. POR TANTO, NO PUDIMOS HACERLO. QUIEN FUE, NO SABEMOS. NINGUNO DE LOS TRES QUE CONOCIAMOS ESA CONTRASEÑA DICE QUE FUE. DE TODAS FORMAS, HAY QUE VER SI ESE “ALGUIEN” SIGUE PUBLICANDO. PERO TE ANUNCIAMOS OFICIALMENTE QUE LOS MIQUIS DEJARON DE EXISTIR COMO PROYECTO. LO QUE VENGA DESPUES ES UN FRAUDE. GRACIAS POR TODO. UNO DE LOS EX MIQUIS.

Eufrates del Valle dijo...

Bueno, si ya es imposible verte, hablarte bejuco mediante, y el resto de las formas comunicativas, al menos enviame por correo los dos libros que me deben, ( 2 ).... los espero, ya se que -si los mandas- llegaran antes que te vea o hable, segun van las cosas...

Un abrazo. En mi casa se le decia Obdulia.