¡Este blog se mudó a http://belascoainyneptuno.com!

Espera unos segundos para redirigirte automáticamente al nuevo sitio. Si no funciona, visita
http://belascoainyneptuno.com.
De paso, actualiza la dirección en tu blogroll y en tus “favoritos”. ¡Gracias!

jueves, julio 31, 2008

Saturnalia

Lo triste no es que devores
a tus hijos y a tus nietos
y que siembres de esqueletos
cada sitio donde mores.
Lo triste es la persistencia
del oprobio y de la afrenta.
Lo triste es que la tormenta
lleva tu hedor y tu esencia.
Lo triste de esta tristeza
es su innegable certeza.
***
Y dice Jorge Salcedo:

Lo triste de esta tristeza
es no saberla llevar,
cambio La Habana y el mar
por llegar a esta certeza:
soy de allí y no soy de esa
única veta creado.
Huérfano, no devorado
voy aprendiendo a nacer
entre mi hoy y mi ayer:
entre aquí y el otro lado.

Huérfano, no devorado,
voy aprendiendo a nacer.
***

Lo triste de esta tristeza
acueste lado del mar
es tener, aún, que aceptar
este dolor. La certeza
de que a nadie le interesa
de nuestro pueblo el destino,
que aún impere el desatino
que nos obliga a emigrar
y que arrojarse a la mar
sea el único camino.
______
título: Saturno devorando a sus hijos
artista: Francisco Goya
año: 1819-1823
técnica: óleo sobre lienzo

6 comentarios:

Jorge Salcedo dijo...

Lo triste de esta tristeza
es no saberla llevar,
cambio La Habana y el mar
por llegar a esta certeza:
soy de allí y no soy de esa
única veta creado.
Huérfano, no devorado
voy aprendiendo a nacer
entre mi hoy y mi ayer:
entre aquí y el otro lado.

Huérfano, no devorado,
voy aprendiendo a nacer.

Isis dijo...

Soberbio pas de deux.

Eufrates del Valle dijo...

Este binomio Salcedo/Bustro esta afilado... A+!

Anónimo dijo...

Que buen engarce han hecho.
¡Magistral!

Saludos
F.C.

Heriberto Hernández Medina: dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Heriberto Hernández Medina: dijo...

Lllego tarde de nuevo pero...

Lo triste de esta tristeza
acueste lado del mar
es tener, aún, que aceptar
este dolor. La certeza
de que a nadie le interesa
de nuestro pueblo el destino,
que aún impere el desatino
que nos obliga a emigrar
y que arrojarse a la mar
sea el único camino.