Mi propuesta de hacer un cadáver exquisito —¡y dale con el huevo!— no cayó en saco roto. En La Finca de Sosa, Jorge Salcedo me siguió la rima. Puestos a ser justos, fui yo quien le siguió la rima (que el primer verso es suyo). Entre ayer y hoy, hemos dejado comentarios alternos, escribiendo un verso él, otro yo... En pocas ocasiones me he divertido tanto desde que me lancé al rollo de la blogosfera. A Salcedo, un abrazo y las gracias.
Con ustedes, el cadáver exquisito:
Vivir es perder tiempo y la gallina
que ha puesto el ya tan codiciado huevo
mira hacia atrás, la sombra del mancebo
que con tanto cariño la insemina.
Se dilata su esqueleto y se imagina
la pasión que consume al fiel efebo;
ni el récord ni el amor tendrán relevo,
ni el huevo irá a parar a la cocina.
Seda, saliva, semen, sacrificio,
sangre, silencio, súplicas serenas,
savia de pueblo corre en su orificio,
caldo de pollo corre por sus venas.
Él saca, ella jadea, se incorpora
y puja el huevo que anuncia la aurora.
viernes, julio 11, 2008
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5 comentarios:
¡Fantástico, comiquísimo, delicioso, ovíparo!
mas exquisito sera uste...huevo fresco!!
Pues quedó muy bien el soneto, fue muy divertido eso de mandar estrofas,anímaste mucho el día.
Saludos
F.C.
Gracias a ti, Bustro. La inspiración para caerle a estos temas viene de tu serie de Apologías e insultos. No será el último. Yo también me divertí un montón.
Ah, y "Huevo culeco" es el título perfecto. No "clueco", "culeco", sin comillas, 100% cubano aunque sea 150% analfabeto para los mozalbetes de la RAE.
Oye, se te està olvidando el español: Las culecas son las gallinas, que los huevos se ponen HUEROS...
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