El general se cepilla
los dientes en el espejo.
(Esos dientes de conejo
¡no son dientes de pepilla!).
Con frío en la rabadilla,
lleva a conocer el miedo
—y lanza al medio del ruedo—
a un general en desgracia:
con plomo a la aristocracia
se soluciona el enredo.
los dientes en el espejo.
(Esos dientes de conejo
¡no son dientes de pepilla!).
Con frío en la rabadilla,
lleva a conocer el miedo
—y lanza al medio del ruedo—
a un general en desgracia:
con plomo a la aristocracia
se soluciona el enredo.
***
Y dice Tirofijo:
Un ajuste de pandilla,
como en otras ocasiones,
en que uno de los matones
nos lo cuenta y se cepilla
los dientes. Pugna de orilla
en donde no hay parte buena.
Entre un lobo y una hiena
no hay por qué sentir dolor:
que se maten, por favor.
Sólo el cepillo me apena.
___
autor de la obra: César Beltrán
técnica: óleo sobre lienzo
2 comentarios:
Un ajuste de pandilla,
como en otras ocasiones,
en que uno de los matones
nos lo cuenta y se cepilla
los dientes. Pugna de orilla
en que no veo parte buena.
Entre un lobo y una hiena
no hay por qué sentir dolor:
que se maten, por favor.
Sólo el cepillo me apena.
Te apareció otro acólito y yo gozando...
Saludos
F.C.
Publicar un comentario